Cómo limpiar un ventilador de baño (que probablemente esté cubierto de polvo)

Un ventilador de baño limpio significa menos moho y moho.

Con solo el tirón de un interruptor, un ventilador de baño se pone a trabajar para eliminar los olores y el exceso de humedad en el aire que puede ayudar a alimentar el crecimiento de moho y moho. La mayoría de los ventiladores de baño están montados en la pared o el techo y conectados a una corriente eléctrica estándar de 120 voltios. El ventilador aspira aire cargado de humedad en la unidad y lo expulsa a través de un respiradero hacia el exterior. Algunos modelos son unidades de combinación que incluyen una lámpara de luz, una lámpara de calor o un altavoz de música, así como el ventilador.

¿Cuándo fue la última vez que te registraste en esta unidad oculta, pero trabajadora? Un ventilador sucio y polvoriento no puede hacer su trabajo y todo ese polvo puede hacer que suene como un motor a reacción que despega. A continuación, te mostramos cómo limpiar un ventilador de baño para que pueda hacer su trabajo de forma silenciosa y eficiente.

Lo que vas a necesitar:

  • Escalera de escaleras robusta
  • Linterna
  • Destornillador
  • Limpiador doméstico de uso múltiple
  • Fregadero o cubo
  • Tela de microfibra
  • Toalla vieja
  • Aspiradora con manguera y accesorio de hendidura
  • Plumero electrostático

Cómo limpiar un ventilador de baño:

  1. Seguridad primero: Dado que los ventiladores de baño están alimentados por una corriente eléctrica, debes apagar el interruptor para el baño y estar seguro de que el interruptor de alimentación para el ventilador está en la posición de apagado. Esto puede dejar el baño bastante oscuro, así que ten a mano una linterna. Utiliza una escalera de peldaños resistente, y ya que el ventilador suele estar ubicado sobre la bañera o ducha, asegúrate de que el suelo esté seco para evitar resbalones.
  2. Espolvorear el exterior: Si el polvo se acumula en el exterior del ventilador del baño, retíralo usando el accesorio de la grieta en tu aspiradora o un plumero electrostático. De esta manera, el polvo no caerá al suelo cuando retires la cubierta.
  3. Desmonta el ventilador: La mayoría de las cubiertas de los ventiladores se pueden quitar al tirar suavemente del techo o la pared. Para algunos modelos, es posible que tengas que usar un destornillador o presionar los pestillos en los lados para quitar la cubierta. Una vez quitada la tapa, verás el motor y las palas de la unidad. La mayoría de los ventiladores están conectados a una toma de corriente, así que desconéctala antes de limpiar el ventilador del baño y la carcasa empotrada que lo rodea.
  4. Lava la tapa del respiradero: Llena un cubo o un fregadero con agua muy tibia y añade un poco de limpiador doméstico de uso general. Sumerge la tapa del respiradero y déjala remojar para eliminar la acumulación de polvo, laca para el cabello y la suciedad mientras limpias el resto de la unidad. Después de remojar, usa un paño de microfibra para limpiarlo y enjuagar con agua tibia. Colócalo sobre una toalla absorbente y deja que la tapa de ventilación se seque por completo al aire antes de volver a colocarla.
  5. Limpie las paletas del ventilador y el motor: Si es posible, retire la unidad de ventilador de la carcasa. La mayoría de los modelos saldrán con solo unos pocos giros. Humedece ligeramente un paño de microfibra con agua y limpia el polvo de cada una de las cuchillas y el motor. También puedes usar un aspirador con una herramienta de hendidura para aspirar el polvo. Utiliza un toque ligero para asegurarte de no doblar las cuchillas. Si el ventilador no se puede retirar de la carcasa, usa un paño húmedo, un aspirador o un plumero electrostático para eliminar la mayor cantidad de polvo posible.
  6. Limpiar la carcasa: La carcasa empotrada y los soportes que sujetan el ventilador en su lugar pueden atrapar polvo e insectos en las esquinas. Utiliza la herramienta de hendiduras del vacío o el plumero para eliminar la mayor cantidad de residuos posible.
  7. Vuelve a montar el ventilador: Una vez que todo esté limpio, seco y sin polvo, vuelve a colocar el ventilador en la carcasa enroscándolo o volviendo a conectarlo a los soportes. Si es necesario, conecta el ventilador a la toma de corriente. Gire las cuchillas con los dedos un par de veces para asegurarse de que no están golpeando ninguna parte de la carcasa. Asegurando que la cubierta esté completamente seca, a presión o atornille en su lugar.
  8. Haz una prueba de funcionamiento: Vuelve a encender el interruptor del baño y dale a tu ventilador limpio una prueba de funcionamiento. Si escuchas algún chasquido o un nuevo ruido, puede ser necesario que el ventilador se reposicione ligeramente.

Ahora que el ventilador está brillantemente limpio, es una buena idea usar un plumero electrostático con un mango extensible para eliminar el polvo visible de la cubierta exterior cada pocas semanas. Haz una limpieza a fondo cada seis meses. La limpieza de un ventilador de baño puede ser un poco complicado, pero es mucho más fácil que luchar constantemente contra el moho y el moho del baño si el ventilador no está funcionando correctamente.

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